HISTORIA
La información sobre el Teatro-Circo Apolo, ha sido cedida por Pedro Esteban García, extraída de su libro El Teatro-Circo Apolo de El Algar, editado por la Comisión Gestora para el Teatro-Circo Apolo, órgano de la Asociación de Vecinos de El Algar, con la colaboración de la Plataforma Socio Cultural Alborada.
El Arquitecto
Pedro Cerdán Martínez (Torrepacheco, 1862 – Murcia, 1947)
Murcia tiene en Pedro Cerdán Martínez uno de sus referentes más destacados en la arquitectura regional desde finales del siglo XIX hasta mediados del siglo XX.
Hijo de un comerciante de coloniales de Torre Pacheco, en contra de la opinión de su padre que quería que siguiera con el negocio familiar, estudió la carrera de arquitectura en Madrid, instalándose definitivamente en Murcia, donde ejerció toda su carrera y donde llegó a ser nombrado Arquitecto Provincial en 1.934.
Obras importantes suyas fueron la Casa del Piñón (1895), actual sede del Ayuntamiento de La Unión, el Liceo Obrero, también en La Unión, las reformas del Casino de Murcia (1902), el Mercado de Verónicas (Murcia, 1910), la Casa Servet (o del Reloj) en San Pedro del Pinatar (1899) y la sede del Museo Modernista de Caja Mediterráneo (Novelda, 1903).
Tanto en las obras públicas como en las privadas, casas solariegas y mansiones, Cerdán desarrollo un estilo ecléctico que tuvo tanto improntas clasicistas como modernistas.
Como se resumiría durante la celebración del 150 aniversario de su nacimiento, su vida profesional destacó en tres ejes:«la remodelación de la ciudad de Murcia, la búsqueda constante de una creatividad arquitectónica y artística para ajustarse a la demanda de los tiempos y la defensa de la profesión de Arquitecto.»
Características generales del Teatro-Circo Apolo
Los planos fueron realizados por D. Pedro Cerdán Martínez en 1904, siendo catalogado por los entendidos como de marcado estilo “Pre-racionalista” por la gran simplicidad en sus fachadas exteriores, pero de estilo modernista en su interior, con detalles más suntuosos en la zona de escenario y palcos de proscenio.
El edificio traduce claramente hacia el exterior sus volúmenes internos, correspondientes a vestíbulo, de una sola planta rematada por una cubierta plana; sala principal, interiormente de forma circular y rematada por una cúpula y linterna; caja de escenario con cubierta a dos aguas; y, por último, instalaciones auxiliares, en dos pisos en terminación con cubierta plana.
Visto longitudinalmente, se aprecian básicamente dos cuerpos principales, el primero de forma cuadrangular, más pequeño, de una sola planta y de cubierta plana, corresponde al vestíbulo de entrada, donde se ubican la taquilla, de madera labrada y torneada, el acceso a la sala Principal de la planta baja y dos escaleras de acceso al anfiteatro, una a cada lado de la entrada a la sala principal. Estas escaleras están realizadas en una factura arquitectónica significativamente relevante. Sobre la terraza de este volumen, terminada en un apelmazado de láguena, tierra arcillosa con características impermeabilizantes, se levantaría poco después de la construcción, hacia 1913 posiblemente, una cabina para la instalación de un aparato de cinematógrafo, adquirido por los propietarios para la proyección de cine.
La fachada de este primer cuerpo, que es la principal del teatro, mira hacia el Sur y es la parte añadida al solar de otro antiguo y demolido teatro.
El segundo cuerpo, que forma un polígono cuadrangular irregular de dos plantas, engloba, visto desde el exterior, los volúmenes de la sala principal, de forma circular y bajo una cúpula que corresponde a la parte central del eje longitudinal del edificio, escenario y caja escénica y, por último, la zona de servicios, que forma la fachada Norte y esta distribuida en dos pisos.
Desde el vestíbulo y tras atravesar un pasillo que la circunda, por el que se accede a las diferentes localidades de platea, se entra al salón central, pista de forma circular para espectáculos circenses o patio de butacas para otras actividades. Sobre la sala, una gran cúpula rematada por una linterna ciega, sostenida por una estructura metálica que se apoya sobre los muros que circundan el patio de butacas, con base a la altura del anfiteatro y preparada para acoger en su volumen los diferentes ejercicios de trapecio y malabares. La cúpula está recubierta exteriormente de teja plana, de la llamada comúnmente alicantina, y la linterna esta acabada con placas de zinc a modo de escamas, afín a otros edificios de la época, como la Casa-Palacio Rubio, también en El Algar, o el Palacio de Aguirre, actual sede del Museo Regional de Arte Moderno, en Cartagena.
Tanto a nivel de planta baja como de anfiteatro se desarrollan sendos pasillos circulares superpuestos, con sus correspondientes entradas o vomitorios hacia anfiteatro el superior, cuyas gradas, adoptando la forma circular de la sala, están construidas enteramente en madera, y a plateas y sala central el inferior, completándose el resto de huecos del polígono, entre los muros exteriores y los pasillos circulares, con los servicios de cafetería, aseos, escaleras de acceso a palcos de proscenio, zona de escenario, tramoya y camerinos, etc. A cada lado de los palcos de proscenio se observan unas dobles columnas, desde el nivel de plateas hasta el anfiteatro, que obedece más a un elemento de ornato que no de sustentación, a mitad de su altura se reproduce la cabeza de una joven con el cabello suelto, en un estilo claramente modernista, que representa a Talía musa de la comedia.
La siguiente parte corresponde al escenario, sobre el que se levanta una estructura diáfana con tejado de teja plana a dos aguas que exteriormente queda al mismo nivel que la linterna y que alberga la tramoya y patio de escenario. Exteriormente, tanto alrededor de la cúpula como del volumen de escenario, queda una porción de terraza plana con terminación de láguena. Queda por último, tras la escena y tramoya, una estructura, con fachada y acceso al Norte, en planta baja y piso con cubierta también plana terminada con láguena, accediendo al piso superior a través de una escalera de caracol en madera, donde se ubicaban almacenes, cuadras, vivienda para conserje, salón de estudios o tertulias y resto de camerinos y acomodo para artistas (en la actualidad las dependencias del almacenes y cuadras, se ha ubicado un potente grupo electrógeno complementario a la red eléctrica del teatro.)
La armadura metálica de la cúpula sobre la sala principal, cuya contemplación nos da la sensación de gran resistencia y al mismo tiempo inusual ligereza, sería fundida en hierro en los talleres de la Maquinista de Levante de La Unión.
Sobre los Teatros-Circo
Según un trabajo sobre la historia del Teatro-Circo en España, obra de Genís Matabosch y Eximenis (Revista La Factoría, 2009), durante las últimas décadas del siglo XIX y primeras del XX, se construyeron en España sesenta edificaciones de este tipo, habiendo llegado al siglo XXI cuatro de ellas, Albacete, Murcia, Orihuela y El Algar, aunque sólo la de Albacete se encuentra en pleno funcionamiento, habiendo respetado en su restauración su doble posibilidad de uso como teatro y como circo.
«Un Teatro Circo como institución moderna y un edificio destinado a toda clase de espectáculos; ha de servir para las representaciones teatrales de todo género, como comedia, drama, zarzuela, etc. Y a la vez para poderse demostrar, en otro orden de fiestas, cuantas habilidades, destrezas, ejercicios de ingenio o fuerza, hubieran inventado todas la razas en las diferentes épocas de la historia…» Así comienza la memoria del proyecto que D. Pedro Cerdán Martínez diseñó en 1904, para la construcción del Teatro-Circo Apolo de El Algar, destacando la particularidad del encargo recibido: «… y digno de encomio es el esfuerzo que representa la construcción de un Teatro-Circo en el Algar, debido a la iniciativa particular de unos cuantos vecinos de este pueblo, que acometen sin ningún género de lucro y atentos solo al progreso y cultura de sus conciudadanos».